Lo que necesitará
  • Balde y trapos
  • Agua
  • Guardabarros
  • Disolvente para pintura
  • Jabón para platos
  • Herramienta 5 en 1 para pintores

PASO 1: RASPAR 

Cuando haya terminado de pintar, retire la mayor cantidad de pintura posible de sus brochas. Intente usar un paño, un trozo de papel de desecho o rasparlas en el borde de la lata de pintura. Para los rodillos, puede escurrir cualquier exceso de pintura.

PASO 2: USAR UN LIMPIADOR ADECUADO

Sumerja la brocha en un limpiador adecuado para el tipo de pintura que utilizó y revuelva bien. Repita hasta que no se caiga más pintura de la brocha.

  • Para pintura a base de aceite, use alcoholes minerales.
  • Para pinturas a base de agua, lave con jabón para platos y agua tibia.
  • Para gomas laca, use alcohol desnaturalizado.


PASO 3: ENJUAGAR

Enjuague la brocha con agua tibia para eliminar el limpiador y cualquier resto de pintura restante en la brocha. Frote bien las cerdas con los dedos para limpiar la herramienta por completo. Luego, agite la brocha vigorosamente para eliminar la mayor parte del agua.

Siempre siga las pautas municipales locales para la eliminación de pintura y agua de limpieza.

PASO 4: SECAR Y ALMACENAR

SUJETADORES DE BROCHAS

Los sujetadores de brochas son otra excelente opción, ya que están diseñados para almacenar sus brochas mientras mantienen la forma y la calidad.

ALMACENAMIENTO DE PINTURA

Siempre selle y guarde la pintura sobrante; nunca sabrá cuándo la necesitará para un retoque rápido. Limpie cualquier exceso de pintura del borde y el exterior de la lata de pintura, luego guárdela en un lugar seco y fresco, lejos de la luz solar.