Paso 1: Prepare las molduras

Comience por limpiar la suciedad de las molduras con una esponja húmeda. Luego, lije la superficie y vuelva a limpiarla. Rellene los agujeros, abolladuras y grietas con un compuesto de relleno liviano. Cuando se seque, lije ligeramente las áreas rellenadas y límpielas.

Aplique cinta de pintor de liberación segura a las paredes y techos que rodean las molduras, teniendo cuidado de no pegar la cinta a estas. Use trozos más largos de cinta en lugar de trozos cortos para minimizar los espacios vacíos y reducir la posibilidad de que la pintura se escurra.

Paso 1: Proteja los herrajes

Antes de comenzar, retire cualquier herraje de la puerta o cúbrala con cinta de pintor. Si lo desea, también puede quitar la puerta antes de pintarla. En ese caso, pintar sobre caballetes puede facilitar el trabajo.

Paso 2: Pinte los paneles interiores

Luego, si está pintando una puerta con paneles, comience pintando los paneles empotrados primero con una brocha.

Trabaje de arriba hacia abajo, comenzando por la moldura de cada panel y luego el interior.

Paso 3: Pinte el resto

Cuando termine con los paneles, pase al resto de la puerta. Utilice un rodillo de 6” para terminar los bordes exteriores. El rodillo ayudará a evitar cualquier veta de pintura para un acabado más suave. Si la puerta abre hacia afuera, pinte el borde que tiene la bisagra. Si la puerta abre hacia adentro, pinte el borde del lado de la cerradura.

Las ventanas vienen en todas las formas y tamaños, pero pintar los marcos interiores de las ventanas puede ser muy similar a pintar molduras. De hecho, la mayor parte del trabajo de preparación y sellador es exactamente igual.

El interior del armazón es la parte complicada; simplemente asegúrese de cubrir el vidrio con papel y pegarlo firmemente alrededor de los bordes para que se mantenga en su lugar. De esa manera, evitará que las gotas de pintura echen a perder su vista.